Hacerse un tatuaje está muy de moda en los últimos tiempos. Tanto hombres como mujeres, jóvenes y no tanto, hoy acceden a este tipo de estéticas tan populares. Por esa razón, muchos de los que tienen la piel tatuada se preguntan si puede realizarse una depilación láser con tatuaje.
Al igual que el tatuaje, la depilación láser es un procedimiento cada vez más elegido como método de erradicación del vello. Son muchos los motivos por los que se decide este tipo de tratamiento, desde motivos estéticos, de salud, de higiene o por necesidad para ciertas prácticas deportivas.
Otro de los motivos, justamente, es la realización de un tatuaje. El tatuador necesita que la zona donde realizará el tatuaje esté depilada. Sin embargo, el vello volverá a crecer allí mismo, ya que los tatuajes no impiden su crecimiento. Por lo tanto, se perderá la imagen y producirá un efecto completamente antiestético.
En concreto la depilación láser y los tatuajes no tienen porqué ser incompatibles. Sin embargo, es necesario contar con la mayor cantidad de información posible para cuidar la piel y en definitiva la salud. En ese sentido es fundamental conocer cómo actúa el láser sobre la piel tatuada.
En primer lugar se debe tener consciencia que un tatuaje es una erosión en la piel. Por lo tanto, debe ser cuidadosamente atendida hasta que haya pasado el proceso de cicatrización y la piel se encuentre sana nuevamente.
Debido a esta razón, si se emplean otros métodos de depilación sobre el tatuaje antes de que este haya sanado completamente se puede lastimar la piel y ocasionar una infección. Es recomendable esperar un tiempo prudencial para que el tatuaje cicatrice completamente antes de afeitar o depilar esa zona con algún tipo de máquina depiladora o aplicación de cera.
Además, si se afeita la zona el vello crecerá más fuerte allí, las raíces se fortalecerán y será más notorio. Otros métodos tampoco aseguraron que el vello siga extendiéndose sobre la piel tatuada.
Lo más aconsejable es que antes de realizar un tatuaje se realice un tratamiento completo de depilación láser sobre la zona. Unos meses después ya se puede tatuar la piel sin inconvenientes.
¿Se puede hacer depilación definitiva sobre un tatuaje?
Luego de realizarse un tatuaje es necesario realizar sesiones de mantenimiento de la depilación definitiva. Para ello se deben tener en cuenta ciertas cuestiones y seguir algunas recomendaciones.
Recomendaciones a tener en cuenta
En primer lugar, hay que saber que el uso del láser sobre la piel en un primer momento fue ideado para borrar los tatuajes principalmente. Recién después se lo comenzó a emplear como método de depilación.
Si se aplica el láser directamente sobre la piel tatuada, este asimilará que los colores son pigmentos oscuros que debe activar y como consecuencia quemará la piel directamente sin actuar sobre el vello. Por otro lado, los colores del tatuaje van a ser absorbidos por la luz láser distorsionando el dibujo hasta hacerlo desaparecer.
Si no se siguen correctamente los pasos, puede haber muchos riesgos para la salud de la piel. En ese sentido, como siempre se recomienda es fundamental concurrir a centros médicos estéticos especializados que cuenten con aparatología y profesionales certificados.
Una de las principales medidas a implementar una vez que la piel está tatuada es tapar correctamente la zona antes de exponerse a una sesión de depilación láser. Además se debe cuidar de no pasar el láser sobre esa parte del cuerpo. Sobre el tatuaje luego se puede rasurar el vello con una cuchilla.
Otra medida es esperar como mínimo dos meses luego de haber finalizado las sesiones de depilación definitiva de forma completa. Esto asegurará que la piel se recupere completamente y se pueda comprobar que el vello ha dejado de crecer en esa parte del cuerpo.
Posteriormente a las sesiones de depilación definitiva es aconsejable cuidar muy bien la piel antes de hacer un tatuaje. Para ello, es importante hidratar bien el cuerpo sobre todo la zona donde se quiere hacer el tatuaje. Una vez realizado, también es importante seguir hidratando la piel sobre todo en la etapa de curación y cicatrización. También se debe evitar el contacto con fuentes de irritación y mantenerse lejos de los rayos del sol la mayor cantidad de tiempo posible.
Siempre y en todos los casos, tanto para realizar el tratamiento de depilación definitiva como para hacer el tatuaje es fundamental concurrir a centros especializados que cuenten con equipos y personal especializado y profesionales en medicina estética. Se debe tener en cuenta que se pone en sus manos la piel y la salud. Por ende, deben seguir los procedimientos correctamente y adoptar todas las medidas de higiene y seguridad debidamente.
Por otro lado, cuando los especialistas den indicaciones el paciente debe estar atento y seguirlas al pie de la letra. De lo contrario, el proceso normal puede verse demorado o, lo que es peor, agravarse ocasionando lesiones, heridas o infecciones. Es muy importante el cuidado de la piel en todo momento, tanto antes como después de someterla a los diferentes tratamientos. Este cuidado resultará fundamental para obtener los resultados deseados.
En tanto, si el objetivo es borrar un tatuaje se puede recurrir al uso del láser. Se trata de las mismas máquinas que se emplean para la depilación, solo que la longitud de onda es diferente en este caso. De esta forma, su aplicación resulta más segura para la piel. En un centro profesional, no utilizan la misma tecnología para ambos procedimientos.
Otra recomendación muy importante es que si el paciente tiene algún tipo de enfermedad en la dermis como psoriasis, dermatitis u otras, es imprescindible que consulte con un médico dermatólogo antes de someterse a cualquier procedimiento estético sobre la piel. De esa manera se podrá prevenir cualquier tipo de riesgo.
Se puede comprobar entonces que la depilación láser y los tatuajes no son incompatibles entre sí e incluso, tomando todos los recaudos de cada caso, pueden complementarse uno con el otro.
